Siento que no me he apresurado mucho... Lo siento! -hace repetidas reverencias- y ahora vuelvo, a un mes de haber desaparecido con una historia nueva que no es la que esperaban ;A;! de verdad lo siento!
Pero, espero la disfruten .... -deja la historia por acá- ya me apuro, ya me apuro ;A;
Pero, espero la disfruten .... -deja la historia por acá- ya me apuro, ya me apuro ;A;
CAPÍTULO DE INTRODUCCIÓN
“Si de mí dependiera, nunca le hubiera olvidado.”
-No te tomas las cosas muy en serio… ¿Verdad?-
“Si de mí dependiera, mi corazón no se hubiese
enamorado nunca.”
-Me las tomo muy en serio… Lo digo de verdad.-
“Si de mí dependiera… Jamás te hubiera conocido”
-No sé de qué manera tomarlo-
-No te estoy exigiendo una respuesta, que quede
claro. Solamente quise decirte lo que sentía,-
-¿Y qué esperas que piense? No llegas diciendo “Me
gustas” por nada. No es una palabra sencilla de digerir-
-Claro que sí. Sólo es una palabra sin
importancia, común y corriente que todas las personas alguna vez dicen-
-Si pero… Ten en cuenta que esas personas lo
dicen a sus contrarios… No a sus similares.-
Efectivamente. Recargado sobre el barandal que
daba a la calle frente a si casa, reposaba sobre sus brazos cruzados el torso
pequeño de aquel chico de cabellos negros ya varias veces cambiado. Debajo de
ésta, debido a un peldaño de más o menos medio metro de alto, se encontraba la
figura sentada de un chico alto, con cabellos castaños y alborotados. Ambos,
amigos de la infancia y grandes colegas de travesuras.
-No es del todo raro. En esta nueva época ya es
normal que algo así suceda- respondió, con un aire más bien de desencanto que
otra cosa. No le agradaba la idea de pensar de esa manera.
-Y lo dices como si nada- se estiró sobre el
muro en el cual estaba su espalda apoyada -¿Quieres ir a comer algo?-
-¿No me vas a responder?- le miró de reojo.
Apenas sorbió un poco del jugo de naranja dentro de un empaque de cartón con un
popote flexionado, notando la ignorancia por parte de su amigo.
-No quieres respuesta… Lo has dicho- sonrió y de
un salto se levantó.
-No dije que no quisiera una. Dije que no era
necesaria- resopló, desviando la mira a otro lado.
-Lo que sea, no intentes cambiarlo.- terminó de
arreglar y sacudir su ropa. Girando apenas un tercio de su cuerpo, extendiendo
la mano hacia su amigo, quien simplemente le observó con ojos vagos.
Así eran ellos. Grandes amigos que sin importar
lo que pasara, estaban juntos. Pensaban igual, no hace mucho que se conocían
pero ciertamente su mera forma de coincidir en las cosas había juntado sus
caminos.
-Ahora entiendo porque me gustas- dio un último
sorbo que, ruidoso, hizo que la cajita se doblara. Cerrando los ojos y
estirando la mano para tomar la que le ofrecían.
-Soy un don juan… No es de esperar- sonrió,
tomando con delicadeza aquella fina mano que, pequeña y tímida, rozaron apenas
sus dedos haciendo del éste el más suave tacto entre ellos.
Ese día, tomando un café como de costumbre,
ninguno de los dos pensó que aquella pequeña confesión “sin importancia”,
podría repercutir en ambos de maneras muy peligrosas.
Disfruten!
¡Wow! ¡Tiene muy buena pinta! >_<
ResponderEliminar¡Esperaré el siguiente cap! ^^